Santa Rita SLP, pueblo que sobrevive con optimismo, pese a su abandono

 

*Inmobiliarios ya empezaron a vender y elevaron precios de la tierra

*Era la tierra de los padres de Saturnino Cedillo dicen en la Delegación de Pozos

 

Dedicados a la Jarcia desde tiempos inmemoriales, los habitantes el pueblo de Santa Rita, San Luis Potosí, que perteneció al municipio de Villa de Pozos, hasta 1946, y que hoy sobrevive gracias al comercio y al empleo que ofrecen las empresas de la Zona Industrial, pese a estar entre calles llenas de baches, falta de alumbrado público, transporte digno, agua potable, inseguridad y calles de tierra, ve el futuro con optimismo.

“Desde que el cacique Gonzalo N. Santos lo desapareció y se integró al municipio de la capital del Estado de San Luis Potosí”, vivimos con servicios públicos a cuenta gotas, pese a que pagamos religiosamente nuestros impuestos y poco se nos retorna en obras”, dice un grupo de mujeres que están levantando cerca de la Escuela, puestos de “chácharas” y comida que salen a vender.

 

No, nos tome fotos porque nos regañan

 

Les decimos “Somos del periódico El Rayo, quien nos puede hablar del pueblo” “Vaya a hablar con el Juez de Santa Rita, para que le explique como está la situación dicen casi en coro y no, nos tome fotos porque luego nos regañan”, ríen todas juntas.

Nos dicen la calle y el domicilio “pero al estilo ranchero”, “váyase aquí derecho, pase la primera cuadra y ahí en una casa verde, ahí toca” ahí vive don Herculano.

Seguimos al pie de la letra las instrucciones, no sin antes tomar una foto a una retroexcavadora del Ayuntamiento de la Capital, que levanta el piso para “echar un firme”, es que en este punto se inunda cada que llueve y van a poner un concreto más grueso, dicen las señoras.

La retroexcavadora, seguida de unos cuatro o cinco trabajadores, va de salida, pero antes se detiene en la tienda del pueblo y aprovechan para echar en ella dos bultos de maíz, de 50 kilos “es que los tenemos que llevar” dice uno.

 

Dice don Herculano que no está

 

Ya en la casa de don Herculano sale una señora y nos comenta “Dice don Herculano que no está que, que para que lo buscan”. Le decimos que somos del periódico El Rayo y lo queremos entrevistar.

“No, no es con él, vayan con Silano Ponce, ese anda en las campañas y ya nos pidió el voto para unos del PRI”, o también pueden buscar a Domingo Galaviz ese sabe mucho de historia de Santa Rita, vayan, vayan.

Total, que ni, uno ni otro, preguntando aquí y allá, decidimos hablar con los vecinos y el reclamo es igual “pues es que no hacen obras”, vean como están las calles de baches.

En Santa Rita parece que se detuvo el tiempo, casas viejas, algunas aun con puertas de mezquite, otras despintadas, calles terregosas con muchos hoyos, “paisanos” con su burro y señoras caminando en las banquetas caminando a toda prisa, como si se fuera a acabar la tarde, la tierra y el polvo que camina por las calles se ve por todas partes.

 

 

Se acaba la Jarcia y entra el plástico

 

Con el paso de los años en Santa Rita, desapareció su principal actividad, -la confección de productos vegetales de todo tipo, por la aparición del plástico-, que sustituyó los productos hechos a mano, con fibras vegetales, como reatas de lazar, cuerdas y aparejos, entre otros muchos.

Las empresas que llegaron a Villa de Pozos, con la instalación de la Zona Industrial impactó también a Santa Rita, y la población económicamente activa, cambio su actividad de productiva de jarciaría por empleo en las fabricas, que perdura hasta nuestros días.

 

Pagan impuestos pero no hay servicios

 

Lo que no ha cambiado con el paso de los años y años, es la falta de servicios, como pavimentación, vigilancia, transporte público eficiente y seguro, ni caminos decorosos, ni empleo. Son comunidades olvidadas pese a los millonarios recursos que ejerce el Ayuntamiento de la Capital.

Por eso dicen “Nosotros pagamos impuestos puntualmente al Ayuntamiento de la Capital, pero nuestras calles están llenas de baches, el pavimento que se ha puesto es de mala calidad, pues están con hoyos por doquier, en algunas calles, no hay alumbrado público y la vigilancia brilla por su ausencia”, dice María una vecina de la calle Javier Silva, que pide “no me tome fotos, porque luego vienen los reclamos.

Le preguntamos por qué se llama la calle principal Javier Silva y nos dice, “creo fue un diputado que sembró unos arbolitos en la plaza”.

 

Inmobiliarios ya subieron los precios de la tierra y empezaron a fraccionar

 

Aunado a esto los fraccionadores inmobiliarios ya le «echaron el ojo» a las tierras y lo consideran una reserva territorial para sus negocios, por lo que ya empezaron a vender y encarecieron los precios de la tierra, denunciaron los mismos vecinos. «No sabemos en que vaya a parar todo esto, pero ya se elevó mucho el costo de los «lotes» y de algunas casas que construyeron, por lo que se ve ya se frotan las manos, con los negocios que van a hacer. El problema es que en algunas zonas se batalla por el agua potable, pero aun así ya se han dado permisos para fraccionar, lo que generará una carestía en terrenos, «alguien debe intervenir e impedir que se lucre con la tierra».

 

¿Cuna de las raíces de Saturnino Cedillo?

 

Según los más “viejos” de Villa de Pozos, en Santa Rita vivían los padres del General Saturnino Cedillo y se dedicaban a la jarciaría, luego emigrarían a Ciudad del Maíz, donde nación el héroe de Palomas. Dato que debería ser corroborado por la historia.

En el último Censo se específica, que Santa Rita es un pueblo de San Luis Potosí, que tiene alrededor de 3,000 habitantes. Está situada circa del pueblo San Nicolás de Jassos y Villa de Pozos y tiene una población de 2,656 habitantes, colinda al Norte con la carretera a Rioverde, al Sur con el Libramiento Oriente de San Luis Potosí.

Solo le falta agregar en esos datos, que es una comunidad pobre y abandonada a su suerte como muchas otras de la entidad, donde no llegan los recursos necesarios para que sus habitantes cuenten con una vida decorosa, pese a que pagan impuestos y pese al optimismo que tienen, no se ve que venga un futuro mejor, hasta en tanto, no haya voluntad política, que los ayude a superar todas sus carencias y cubrir sus necesidades.