Por *Juan Carlos Islas/El Rayo
Conozco el Instituto Potosino de Bellas Artes (IPBA) desde el año de 2002. Nada ha cambiado. Lamentablemente todo sigue igual de mal. Es estéril hablar de las pésimas administraciones de Laura Elena González, de Martha Ocaña, de Juan José Campos Loredo. Quien se lleva el premio a la ineptitud, es precisamente quien aún lo dirige, el señor Marco Villa.
El principal acto de corrupción que ha cometido Marco Villa, es precisamente haber aceptado un trabajo para lo cual no estaba preparado, pero hay que decirlo, ni Laura Elena, Ni Martha, ni mucho menos Juan José, lo estaban, a todos les ha ganado la ambición y el poder, de ser.
El gran fracaso de Marco Villa radica en varios aspectos que se acumularon. El primero de ellos, quedarse con todo el equipo que puso Juan José Campos Loredo. También seguir dándole poder a gente que siempre ha hecho lo mismo. Venderse como grandes conocedores del arte y que siempre hacen los mismos proyectos con la misma gente.
Personas como el autodenominado doctor Luis Fernando Padrón, que dizque musicólogo, pero siempre sus charlas son tan aburridas como poco efectivas para el aprendizaje, o Maru Martínez Juache, que si revisamos los últimos tres lustros de Fotovisión, nos daremos cuenta que siempre es lo mismo.
Así las cosas. El instituto Potosino de Bellas Artes está secuestrado por ciertos personajes más que identificados, con la otra mafia o la otra maldita herencia.
El nuevo secretario de Cultura, Mario García Valdez, debe hacer una limpia de inmediato en el IPBA. La ciudadanía no puede seguir padeciendo tanta mediocridad. Talleres de alto costo y con los mismos maestros. La vieja herencia desde Martha Ocaña principalmente en el área de artes visuales, que horror.
Otra área a la que le urge realmente una actualización es al área de danza. El Ballet Provincial debe de inmediato recuperar las coreografías de la maestra Lila López, personas como Nohemí Torres ya no pueden seguir haciendo tanto daño con el archivo del Festival de la maestra Lila.
En Literatura, una mujer de nombre Maru Urbina debe salir de inmediato, no cuenta con la trayectoria necesaria para coordinar un área tan importante. Y así, nos podemos ir por todas las áreas y ver cómo han padecido los usuarios del IPBA a gente tan mediocre.
Si alguien visita el IPBA, se dará cuenta que el mobiliario que usan los estudiantes tiene al menos 30 años, de dar pena, pero al parecer a todos los directivos les vale.
*Juan Carlos Islas
Es periodista cultural desde 2004. Ha colaborado con Pulso diario de San Luis. El Sol de San Luis, El Heraldo de San Luis, W Radio, Canal 7 y revista UNAM. Ha realizado coberturas en el Festival Internacional Cervantino, Festival Cultural de Zacatecas y Ciudad de México.