COLUMNA
Por Juan Carlos Islas/El Rayo/Fotos
La Herencia Maldita como la ha llamado el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, sigue cobrando en la Secretaria de Cultura de Gobierno del Estado sin ningún pudor. Al parecer a ellas y ellos no les afecta su pasado burocrático, mientras la ignorancia permea en la dependencia, siguen cobrando cada quincena, aunque sus aportes sean mínimos, bien dicen: “En tierra de ciegos, el tuerto es rey”.
Pero ¿quienes son? comencemos con las damas. La todavía directora de Patrimonio Cultural, Diana Briseida Blanco Robledo, es una funcionaria que no funciona. Veamos, en cierta ocasión, me acerque a ella, para pedirle el decreto de creación del nombramiento estatal de patrimonio cultural de la charrería. Sin saber , para que lo quería, ella, se ufanó, diciendo que ella no iba a apoyar a los charros, porque según su lógica, los charros tienen mucho dinero y que ella prefería apoyar a los voladores de Tamaletón. Así las cosas, una funcionaria que tiene prejuicios sobre una manifestación cultural, no sirve para lo que fue nombrada.
Otra joya, de Diana Briseida Blanco Robledo, es que se atrevió a realizar un expediente por órdenes de Armando Herrera Silva, anterior y corrupto secretario de Cultura, en el sexenio de Juan Manuel Carreras López, sobre el supuesto “Paisaje Cultural de Salinas”, ¡imagine usted!, va abordar los edificios históricos de Salinas que son de propiedad de empresarios, y se va usted a echar un mega rollo, sobre la importancia de estos edificios, sólo que se le olvida avisar a los dueños de los edificios sin están de acuerdo, así como lo lee usted, crear un expediente sobre edificios y no avisar ni informar a los dueños, cosas así que son hechas literalmente con las patas.
Otra dama, que sigue viviendo las delicias de la “Herencia Maldita”, la señora Cecilia Guadalupe Gallegos, hermana de Miguel Gallegos vocero de seguridad pública. La funcionaria en cuestión a pesar de tener el más alto nivel de la llamada burocracia estatal, que es ser jefe de departamento. Fue durante el pasado sexenio la secretaria particular de Armando Herrera Silva, y en este sexenio al comienzo fungió como supuesta directora de Premios y Concursos, teniendo en sus manos la elaboración del Premio 20 de Noviembre, con jurados por demás cuestionables, afortunadamente, antes de que renunciara la contadora Elizabeth Torres Méndez, fue quitada de ese cargo. Según una fuente, tuvo el descaro de solicitar ser secretaria de Cultura, afortunadamente, no se le cumplió el caprichito.
Un supuesto escritor, de nombre Octavio César Mendoza, quien se encuentra ahora adscrito a la Secretaría General de Gobierno, es una herencia maldita, primero, fue director de Literatura y Publicaciones de la Secretaría de Cultura durante algunos meses, en el gobierno de Juan Manuel Carreras, por el apoyo que le brindo a Sonia Mendoza, pero, una mala declaración en Facebook, a favor de los comentarios lascivos de Hugo Lázaro Aguilar en contra de una menor hija de un escritor, hizo que la grilla literaria comandad por Enrique Márquez Jaramillo, Laura Elena González, Armando Adame y otro escritor avecindado en San Luis Potosí, pidieran su cabeza. Armando Herrera le negoció que le quitaría la dirección de Publicaciones, pero lo pondría a escribir sus discursos, por la módica cantidad de 30 mil pesos mensuales durante todo el sexenio, así las cosas, llego Ricardo Gallardo y desafortunadamente se coló y ahora despacha desde la Secretaría General de Gobierno, sin horario, llegando a las 10 de la mañana, como lo constato el que esto escribe.
Saúl Castro un esbirro de Laura Elena González, y herencia maldita del sexenio anterior, que cobraba en el Instituto Potosino de Bellas Artes (IPBA), se coló a esta administración como subdirector de la Biblioteca Central, confrontado siempre con Octavio César Mendoza, finalmente, entre grillos se conocen. Ahí sigue cobrando, la herencia maldita en la Biblioteca Central.
Óscar Galicia, mano derecha de Armando Herrera Silva, primero sindicalizado y luego en puesto de confianza, se alió con el secretario particular de la anterior secretaria de Cultura, Martha Elizabeth Torres Méndez, Marco Tulio, para echar de la Secretaria de Cultura, a Raúl Gamboa López, para luego sucederlo en el cargo, este señor Galicia dejo un desastre en la dirección de Culturas Populares, en donde al entregar a Juan Ferrer, no le dio ni siquiera un directorio. Pero bueno así, se manejan los seres tan oscuros como los ya mencionados, que la cultura y el arte, les importa un comino, solo les importa el poder y seguir cobrando.