EDITORIAL

El Rayo

 

Es lamentable que la SCT estatal, no tenga voluntad política para resolver el problema del transporte en las comunidades de la Delegación de La Pila, ya que dispone de los instrumentos jurídicos para intervenir. Hasta hoy se ha dejado varados a los usuarios, en las calles polvorientas de esas comunidades, sea de día, de noche, de madrugada, etcétera, o los obligan a caminar kilómetros y kilómetros, simplemente porque la dependencia estatal no atiende su responsabilidad, o lo hace a medias, para cubrir las necesidades de la población, trabajadora, de los estudiantes de quienes requieren salir de sus lugares, de compras o para visitar un médico.

El transporte público es una necesidad y la ley, así lo establece, prestar el servicio es un deber del estado, el cual se brinda a través de concesiones otorgadas a particulares, por lo que si estos incumplen con esa tarea la SCT debe intervenir y garantizar que haya la movilidad necesaria para ir a trabajar, estudiar, etcétera. Sí estos se niegan, o no pueden, deben retirárseles dicha concesión.

Se desconoce el por qué, si hay un sinfín de denuncias de la población en contra del mal servicio, la autoridad no actúa. ¿Acaso protege a los concesionarios? ¿O que otros intereses están por encima de las necesidades de la población que debe ir a estudiar, trabajar o movilizarse? La última denuncia de los usuarios es de que los choferes los amenazan porque se quejan del mal servicio, lo que ya es intolerable.

Es tiempo ya de que la SCT actúe y disponga lo necesario de acuerdo con la ley para resolver el problema, dejarlo a la deriva como lo ha hecho hasta ahora, habla de un gobierno displicente, que antepone el interés de unos cuantos por el de los ciudadanos y más cuando la Ley, no lo permite.

Los usuarios han padecido durante mucho tiempo del mal servicio y no hay autoridad que intervenga, ni de la Delegación, ni del Ayuntamiento Capitalino, ni de la SCT, ni del Estado. Es tiempo ya de resolver el problema y actuar. Demostrar que primero están los ciudadanos. No hacerlo aumentará el resentimiento social.