Roberto Gutiérrez/El Rayo/Fotos y video
*Conserva las tumbas de los insurgentes de Pozos, que lucharon junto a Hidalgo por la Independencia
Pese a ser el panteón más antiguo de San Luis, incluso que el del Saucito en la Capital, el panteón de Villa de Pozos, se encuentra abandonado, lleno de basura, con yerba por doquier, tumbas destrozadas y otras de último momento hasta en los pasillo y lo peor, sin que vigilancia, como si se tratara de un pueblo sin ley.
Construido en plena época colonial el año de 1773 aproximadamente y con 250 años a cuestas, el viejo camposanto de Villa de Pozos, resguarda celoso, como su mayor tesoro las tumbas de los insurgentes, que participaron en la lucha por Independencia de México, lo que atestigua una placa de cantera colocada en 1910, con motivo del centenario de esa gesta patria.
Hoy a 250 años, el panteón no solo está abandonado y a su suerte, pese a ser parte de la historia de San Luis Potosí, sino que está saturado y lo que se escucha de donde entierran los pobladores a sus muertos, da terror.
“Cuando nos piden un lugar para traer a un muertito, como ya no hay espacio, pero quieren que se entierre aquí, donde están sus familiares de toda la vida, sacamos a los que ya tienen muchos años, metemos sus huesos en una bolsita y aquí depositamos al nuevo cadáver”. Dice un vigilante con visible aliento alcohólico. Así han desaparecido decenas de tumbas.
“Yo no trabajo aquí solo le ayudo a cuidar al encargado que le pagan en la Delegación, y a desenterrar a los muertitos para abrir espacios, eso si el precio es de unos 7 mil pesos, pero les pido que me traigan guantes y mucho alcohol para evitar contagios, confiesa.
El camposanto de Villa de Pozos, está ubicado a unas 4 cuadras de la plaza principal, por el Cuartel Casanova, a donde se llega por calles donde apenas cabe un vehículo, símbolo de los pueblos antiguos por donde circulaban solo carretas.
“La vieja entrada a dicho panteón estaba por la calle de Galeana, la que luego se cerró por la falta de espacio, aunque ahora ya no cabe nadie, eso si, si nos piden que les hagamos espacio, pues aquí sacamos uno y lo enterramos”.
Los cementerios, más allá de su función específica, son lugar de memoria que resguardan el pasado y permite la construcción de una conciencia histórica en permanente actualización, lo que parece no importar mucho al Ayuntamiento de la Capital, que no solo tiene en las peores condiciones el camposanto.
En el caso del panteón de Villa de Pozos, un pueblo que fue fundado de forma paralela a la ciudad de San Luis Potosí, no ha tenido mejor suerte, que otros de la capital potosina, que también están con basura, yerba crecida, saturados etcétera, la diferencia es que el de Pozos, podría decirse que es un panteón histórico o por lo menos debería serlo al resguardar a los insurgentes que lucharon junto al padre Miguel Hidalgo.
Esto lo consigna una placa de cantera ubicada por la calle de Galeana, donde originalmente estuvo la entrada del cementerio, en la cual se lee como en 1910 fue colocada para rendir tributo a los insurgentes de Villa de Pozos, que lucharon por la Independencia de México, y que deberían no solo conservarse sino ser homenajeados, con un panteón decoroso y no olvidado como el de Villa de Pozos.
Este panteón fue construido en el año de 1773, antes de eso el lugar donde enterrada a los difuntos era en el atrio de la Iglesia de San Francisco, en la plaza principal, donde incluso estuvo una cruz de Cantera, la que con el tiempo fue retirada de ese lugar, se cree al nuevo Panteón de Villa de Pozos, donde con el tiempo fue arrumbada.
En su interior se encuentran las tumbas antiguas, que claramente se distinguen de las actuales, por estar construidas en forma de bóvedas, hacia arriba y no hacia abajo como las actuales, además de los materiales y la casi nula forma de identificarla.
Dentro de ese panteón se encuentra también una especie de capilla, de pura piedra traída de la Sierra de San Miguelito, que asegura el vigilante, adentro se colocaron tumbas y los deudos colocaron piso, es una capilla pequeña de espacio, pero alta en sus dimensiones, a principios del siglo XX, se celebraban ceremonias religiosas para despedir a los difuntos, ahora, ya no cuenta con techumbre, la que se cayó con el tiempo y nadie la reparó, por lo que también poco a poco se ha ido perdiendo pese a tener valor histórico.
Actualmente se construye un nuevo panteón en un terreno de 13 mil 183 metros, el cual se asegura se inaugurará el próximo mes de noviembre, empero los habitantes de Villa de Pozos piden que se rescate el original y se conserve como un sitio histórico turístico, pues sus difuntos son parte del pueblo. Quienes lo habitan, lo merecen, principalmente sus insurgentes que aquí yacen y que dieron su vida por la Independencia de nuestro país, junto al padre de la patria don Miguel Hidalgo.