Por Roberto Gutiérrez/El Rayo/Fotos
Dejar de gobernar de un plumazo 240 mil ciudadanos, perder 140 mil votos, un amplio territorio, quizás el más importante y estratégico de la capital, por su ubicación y crecimiento económico y dejar de recibir una parte del presupuesto estatal y el federal del Ramo 33, no solo es una pérdida para la ciudad más importante del estado de San Luis Potosí, sino una derrota política de grandes dimensiones, para su alcalde, de la que se hablará por lo menos los próximos 100 años.
A partir de ahora, en la historia de San Luis Potosí, habrá un antes y un después, cuando haya un recuento de la división política del Estado, de la cartografía social de la capital y de su distribución electoral, nada será igual. La derrota sufrida por el alcalde este 2024, en qué se dejará de gobernar a Villa de Pozos, trascenderá el paso de los años y formará parte de la historia política de la entidad, a causa de un mal gobierno.
Cierto es que pesaron los antecedentes históricos de lucha de un grupo de ciudadanos valientes que enfrentaron al poder para convertir a Pozos en municipio, pero también lo que en esta última etapa tuvo más impacto, el abandono, la desidía y una pésima administración municipal, que hicieron despertar nuevamente en los ciudadanos la necesidad de autonomía y que se les permitiera gobernarse.
No hubo voluntad política para impulsar una administración honesta y con sabiduría para servir a un pueblo, consciente de su historia y de sus valores y esa apatía, con el tiempo se endureció por el «robo» de sus recursos y al desprecio, de su historia y su cultura, considerándolos»»pueblerinos»sin capacidad para decidir su futuro. Todo esto aún con su importancia como centro de población moderno con una nueva generación de ciudadanos que con preparación han transformado Villa de Pozos.
Faltó capacidad política para mantener unida a una ciudad como San Luis Potosí y esos «demonios», creados por el propio ayuntamiento y quiénes lo integran, despertaron la historia, que siempre será cíclica, y Pozos escribirá muy pronto un nuevo capítulo de su existencia.
Será un antes y un después, en la historia política de la capital, pero no por brillante, ni transformadora, sino por su incapacidad para mantener unida a la ciudad y la falta de oficio político primero para construir y ayudar y, finalmente para defenderla.
Hoy la población de la ciudad de San Luis, ya tiene pleno derecho a reclamar a su ayuntamiento por esa derrota moral y política, que no podrá borrar el tiempo, por la herida que representa en sus propias entrañas.