Roberto Gutiérrez/El Rayo
*En Gobierno Fox, se modificó la Ley de Vivienda
*Habrá cárcel a ex delegados del Infonavit en SLP?
En los años 60s, la vivienda que se ofertaba en San Luis Potosí, era en promedio de 160 a 180 metros cuadrados, lo que se consideraba una vivienda digna, que permitía a las familias de entonces, que por lo regular era de siete integrantes, vivir con holgura. Los créditos hipotecarios para adquirirlas eran por una cantidad fija y así, se terminaban de pagar, no subían de precios, ni se volvían deudas impagables y muchos existía el famoso anatocismo. Si bien la vivienda no estaba considerada como un derecho, existían leyes que protegían a los adquirientes. Por ejemplo, las casas no se podían construir con medidas menores a 120 metros, a excepción de los departamentos como el primer multifamiliar que hizo el gobierno federal en la colonia Burócrata, y la vivienda popular estaba en un rango de esa medida que se considerado aceptable.
El boom poblacional y la movilidad del campo a la ciudad, de la década de los 60s y 70s tuvo un impacto en la construcción de vivienda en SLP, se crea el Infonavit y el Fovissste en 1972 y como una forma de regular la vivienda popular, la ley solo permitía construirlas con las medidas señaladas. Esto permitió un crecimiento armónico en la ciudad, lo que luego modifico el Congreso de Estado de San Luis Potosí, durante el gobierno de Fox, para permitir la construcción de casas de 60 metros cuadrados. Una aberración que hasta ahora permanence y habla de la voracidad de los constructores de vivienda y permitida por el Gobierno.
LA construcción de vivienda, se volvió negocio muy redituable, surgieron nuevos fraccionamientos, inicio el acaparamiento de tierras por todos los medios y lo que antes eran ejidos, o reservas territoriales, necesarios para mantener el ecosistema, se convirtieron en jugosos negocios de unos cuantos con las reformas a la Ley que hizo el presidente Salinas. A la par surgieron los intermediarios, o inmobiliarias, que comenzaron a encarecer, casas, terrenos y a construir y a construir, convirtiéndose en una vorágine, que parece no tener fin, con precios prohibitivos para la población.
UNA LUZ EN EL CAMINO
La Reforma al Infonavit planteada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, como parte del nuevo modelo de gobierno que considera a la vivienda como un derecho y quiere garantizar su acceso a la población con menos posibilidades de adquirirla, ha roto el paradigma de los últimos 60 años, en los que la construcción de casas por parte del gobierno a través del Infonavit se convirtió en un negocio, en el que participaron por igual funcionarios del Infonavit, empresarios y sindicatos de trabajadores. Una red de corrupción vergonzosa que de acuerdo a lo revelado por el gobierno federal inmiscuye a funcionarios, empresas, sindicados y al propio Infonavit, a través de una red de actos ilegales que se cometieron al amparo de una estructura administrativa del Infonavit, que no solo permitió el robo y el saqueo de los recursos aportados por los trabajadores, sino la malversación de los recursos que debían ser destinados a la construcción de vivienda.
Ahora se explica el por qué, no se hacía vivienda accesible para los trabajadores a precios aceptables, si los funcionarios del Infonavit hacían mal uso de los recursos del Instituto, pero no solo eso- Coludidos con notarios corruptos, empresarios y sindicados traficaban influencias para costear proyectos inmobiliarios que nunca se hicieron, revendían las casas utilizando los documentos de los trabajadores, se pagaban salarios onerosos y saqueaban al organismo, con la complacencia de empresarios, gobierno, funcionarios del Infonavit, abogados etcétera.
Toda una red de complicidad en toda la extensión de la palabra, mientras a los trabajadores que no podían pagar sus casas, se las quitaban, los hacían pagar hasta cinco veces la misma deuda y con juicios falsos los despojaban de lo que con sacrificio habían adquirido.
Bienvenida sea esta reforma al Infonavit y bienvenida debe ser también la cárcel, para todos aquellos que se enriquecieron haciendo mal uso del dinero de los trabajadores, ex funcionarios del Infonavit, ex delegados, notarios, empresarios, etcétera deben ir a la cárcel y pagar lo que robaron a los trabajadores. Es despojo de su patrimonio, de sus ahorros, debe ser castigado y el pueblo no espera cosa menor. Reforma sí, pero también cárcel a ex funcionarios corruptos que pasaron por el Infonavit y se hicieron ricos con las aportaciones de vivienda de los trabajadores.
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