- Roberto Gutiérrez/El Rayo/Fotos
*Unas 20 mil mujeres, niñas y jóvenes, salieron a las calles a reivindicar su exigencia de justicia y no agresión
Durante la marcha de este 8M prevaleció el color morado, símbolo de la lucha feminista mundial de las mujeres, en toda la manifestación que inicio en el Barrio de Tlaxcala, siguió por el Eje Vial para hacer su primer alto en la Fiscalía General del Estado, donde alzaron la voz y exigieron justicia para los feminicidios ocurridos en San Luis.
En la Ficalía solo hubo oídos sordos y el mutis oficial como siempre.
En general fue una protesta pacífica si se compara con el daño hecho a las mujeres y niñas que hoy, ya no están. El enojo volvió a estar presente, la impotencia y la exigencia para que haya resultados para quienes han padecido todo, como la no aplicación de la ley, a quien no paga la manutención de sus hijos, hasta quien utiliza la violencia para callarlas.
Uno a uno fueron expuestos los casos, Tania, Yatzell, Paricia, por citar solo algunas que nunca más volvieron a su casa.
De ahí la caminata siguió a Palacio de Gobierno, en el camino, nuevamente los gritos, las demandas y el apoyo de muchos potosinos que las observaban, felicitaban y daban ánimos.
Palacio de Gobierno fue cerrado para evitar cualquier cosa, pero también fue fortificado, vallas metálicas, vigilancia discreta y puertas y ventanas cerradas.
El Palacio Municipal, igual, todo cerrado, pero no escapó a la tapizada de consigas y exigencias de justicia y pintura. El Congreso otro de los poderes, también fue encapsulado con vallas, alambres, todo cerrado hasta las ventanas. “Así es el miedo del tamaño de las protecciones”.
El edificio de la UASLP, también se protegió, lo que no lo salvo del escrutinio público, que ha trascendido de boca en boca, sobre acoso de maestros a alumnas.
Nada impidió que fuera una marcha ordenada, donde resonaron los tambores de guerra y desfilaran desde las familias de víctimas de feminicidio, mujeres en bicicleta, discapacitadas, mujeres migrantes, adultas mayores, así como todos los colectivos feministas.
Todas dieron nuevamente una gran lección a la sociedad, “la lucha sigue” y las mujeres desde cualquier trinchera, no descansaran hasta lograr justicia.