Y se desató la “guerra” de las porras… en la visita de AMLO a San Luis Potosí

* A puras mentadas Verdes vs Morenistas

*Rechifla “Monumental” fue para Galindo

 

Roberto Gutiérrez/El Rayo/Fotos

 

En su visita a San Luis Potosí, el presidente López Obrador se dio a querer. Al menos eso dijeron los “viejitos” que llenaron de bote en bote el Centro de Convenciones. Sí… ese que construyó el PAN durante su sexenio de “saqueo”, bueno porque ese fue tema de conversación entre los asistentes, “si este lo hizo Marcelo”, el que se llevó 1,500 millones de pesos cuando gobernó San Luis. Lo que demostró que la gente no olvida.

El acto igual a todos los de priistas, panistas, morenistas, del Verde, Movimiento Ciudadano, del PRD, empezó con tres horas de retraso y los “viejitos”, con sus dolores, de reúmas, con sed, hambre, aguantaron vara, pues nada se podía hacer. Una señora con tatuajes “llenita” y con pantalones y blusa ajustada reclamaba “nos quieren dar el agua a 30 pesos y un refresco a 50”. Alguien quiso hacer negocio con el evento.

En el auditorio la “guerra” iniciaba, un grupo de militantes del partido Verde, al grito de “pollo”, “pollo”, enfrentaron a las mujeres de “bienestar” que uniformadas con el chaleco guinda, se engallaron también y no las dejaron pasar, pero no contaban que ahí estaban, “doña tacos” de Pavón, “la pelos” de las enchiladas potosinas y la “seño” de las frutas, esa que se pone cerca de la plaza todas, y la verdad “tundieron a las de Bienestar, con maldiciones y gritos. “Quítate tu p…” “lastima de uniforme”, no me sirves ni pal arranque”. El lenguaje florido ganó. Aunque las de Bienestar les echaron a los “pelones” del Ejército que vestidos de civil se mantuvieron al “alba” y el asunto se aplaco. Pero no tardaría mucho en regresar.

El evento finalmente empezó, se hicieron las presentaciones de rigor y la primera “bienvenida” de la tarde fue para “Enriqueeeeee Galindo” dijo el maestro de ceremonias y una rechifla monumental retumbo en el recinto, en las gradas y hasta el Panetario del Parque Tangamanga I. Se le vieron las chapas al alcalde prianista. Los viejitos en sus asientos solo sonreían “ eso y más se merece, no ha hecho nada por San Luis”. Siguió el gobernador Ricardo Gallardo que suponiendo lo mismo, apenas dijeron “Gallardo” retumbó la porra que el mandatario acomodó ex profeso en el recinto, así de que sorpresas no hubo, rechiflas, sí. Lo bueno vendría después.

Hablo un funcionario de Bienestar, al que no se le entendió nada y los asistentes aprovecharon para abastecerse de “parque” y llegó lo esperado el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador, que recibió una bienvenida estruendosa de los asistentes, unos de pie otros, sentados pero todos con entusiasmo.

Habló del constituyente Ponciano Arriaga, de Juan Sarabia, de los oaxaqueños Ricardo Flores Magón y finalmente de Nava, a quien dox que trex, abuelitos, le dieron un sencillo aplauso. Para no revivir “momias” del pasado como su nieto Xavier Nava.

Para ese momento en el éxtasis del discurso presidencial, que ya había tomado vuelo, levantaron sus pancartas los Verde,  como las de la “Comer” de Cinco metro de ancho por tres de alto y volvió otra vez la rechifla.

“Dejen ver, caones”, “Fuera”, “fuera”, bájenlas. Tuvieron que arrimarse otra vez los de Bienestar, con dos que tres “pelones” para pedirles que bajaran sus “sabanas” porque no dejan ver a nadie y con pena y todo las bajaron. Seguramente que no les dieron su pago, pues no cumplieron.

El acto terminó. El presidente López Obrador fue asediado por los asistentes al bajar del templete, lo que dificultó su salida del recinto. Afuera a “los viejitos”, que fueron mayoría en el evento, los esperaba la lluvia y el frío, pero que hacer?

La mayoría bajó como pudo las altísimas escaleras eléctricas que debieron parar varias veces, pues más de uno rodó sobre ellas. La lluvia siguió y el frío también. Fue un buen acto, que demostró la simpatía que el pueblo siente por el presidente López Obrador, evento algunos políticos quisieron aprovechar para llevar agua a su molino, pero nadie debe olvidar que el pueblo ya despertó y todo lo que hagan bien o mal, lo van a pagar en las urnas y si no, al tiempo.