Roberto Gutiérrez/El Rayo/Fotos
Habitantes del poblado de Arroyos, la ex hacienda famosa por su restaurante “Jacarandas”, donde comen los políticos de moda y se asombran de su arte culinario, festejaron a su Santo Patrono, el Sagrado Corazón de Jesús, pero sin su Kiosco, una obra que les prometió el alcalde capitalino Enrique Galindo, en un “domingo de Pilas” y que aún siguen esperando.
“Ya estamos acostumbrados” a las promesas de los políticos que no cumplen dicen, aquí no hay calles, pavimentadas, el agua potable llega a cuentagotas, el transporte público es malo, la escuela tiene muchas carencias, el estanque principal, esta sin agua desde hace 10 años” y la contaminación de agua y medio ambiente es cosa de todos los días.
Los políticos vienen, dan una vuelta a la comunidad, se toman fotos, comen escamoles, pescado al maguey, chapulines, su picana en costra de sal, o su mole de ajonjolí en restaurante “Jacarandas” y se van…
La comunidad de Arroyos que fue originalmente la ex hacienda de Arroyos, de la Delegación de La Pila, está situada en el corredor industrial mas importante del país, que corre paralelo a la carretera 57, pero pese a su ubicación y a que podría ser un polo de desarrollo de muy diversos tipos, la población esta abandonada a su suerte y no recibe los beneficios de la industrialización que a solo unos cuantos pasos ha sido instalada.
Plantas y fabricas de primer mundo como la BMW, entre otras muchas crecen ajenas a su población, por la falta de políticas de integración y normativas que los obliguen a cuidar el agua, a generar entornos saludables, de mayor bienestar para las comunidades, a proporcionar empleo bien pagado, a construir vivienda económica y digna para los trabajadores etcétera.
La conmemoración de su Santo Patrono, se festejó con una Misa en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, eventos que iniciaron desde el viernes 7 de junio con la coronación de la Santa Imagen que se venera en el lugar, festejo enriquecido con el sincretismo tradicional que se da en las festividades religiosas, de nuestros pueblos.
Para llegar a este icónico lugar, que ha sido visitado por hombres de negocios y políticos del momento, que no han levantado un solo dedo para resolver el atraso histórico y la pobreza de más de 200 años que tiene esa comunidad, se accede por la carretera 57 hasta el Eje 140 de la Zona Industrial.
En ese lugar, en el cruce con las vías del ferrocarril, se requiere un puente para evitar accidentes, pero ni el ayuntamiento de la capital, ni el gobierno le han querido entrar, pese a que el camino es la entrada y salida trailers de decenas de empresas, bueno ni vigilancia hay dicen los lugareños y las patrullas que van, solo lo hacen para extorsionar incautos.
El eje 140, le falta señalética, iluminación, reencarpetado, y por supuesto el puente que evite las vías del ferrocarril, empero, forma parte de la maltrecha y olvidada Zona Industrial de la Capital, donde dicen los políticos “solo transitan obreros”, con calles sin pavimentar, encharcadas y con lagunas cuando llueven, con hoyancos y la falta de semáforos.
Esa es la comunidad de Arroyos, de la Delegación de La Pila, un sitio histórico, ahí cruzo Don Miguel Hidalgo de Guanajuato a San Luis Potosí, también Benito Juárez, cuando instalo la Republica en el estado potosino. Un lugar de cielos limpios, resguardado por la Sierra de San Miguelito, que espera pacientemente, le cumplan sus promesas, pero también que haya un nuevo destino para sus habitantes, pero sin mentiras, como el Kiosko con que sueñan.