Por Ramón Ortiz Aguirre
BARBARIE TOLERADA
Legem oblivisci solita est iracundia
(La cólera suele olvidarse de la Ley)
-Publilio Syro
El vandalismo tiene múltiples formas de verse y de vivirse, nadie absolutamente nadie esta exento de sufrirlo y quienes lo practican se llenan de gozo, por ser lo que son; personajes que destruyen, acosan, dañan, humillan a la sociedad, y con esa conducta aseguran que son muy valientes, que son seres únicos e irrepetibles, y que todos absolutamente todos les deben de temer.
El vandalismo es una conducta destructiva que debemos de traducir como una serie de actos hostiles injustificados hacia las posesiones de los demás sin importar a quien, y como dañan, y quienes lo practican piensan que con sus actos tienen el derecho inalienable de acabar con lo que a ellos no les agrada.
Hace unos días hemos sido testigos de un acto vandálico, de los que suelen protagonizar algunos (la mayoría ) de los taxistas, que circulan por la ciudad, sembrando el pánico por la forma en que conducen, que brincan de un carril a otro sin importar el sentido del tráfico, que insultan a quien les venga en gana, usando para ello el claxon de su vehículo, si usted tiene la desgracia de verse envuelto en un accidente de tráfico, en el que participa un chafirete, más le vale ponerse a rezar y esperar a las autoridades de tránsito y al ajustador de seguros, pero debe de ser consciente que mientras aguarda la llegada de quienes legalmente pueden tratar el asunto, se verá acosado por las oradas de taxistas, que acudirán prestos al llamado de su colega.
Le comentaba que en uno de esos injustificados operativos que llevan a cabo los inspectores de la Secretaría de Comunicaciones del este verde gobierno, les dio por parar a todos aquel vehículo, que a su gusto pensaran que pertenecía a alguna de las plataformas que prestan servicio a la población, y que no son reconocidas ni toleradas por los taxistas comunes y corrientes, más corrientes que comunes.
Así fue que tolerados por los señores inspectores e inclusive por la titular de la dependencia, comenzaron a agredir a los conductores de las plataformas y a dañar los vehículos, de pasada les dio por agredir a los trabajadores de las plataformas que reparten alimentos, los vándalos han de pensar, que todo aquel que realiza su trabajo empleando para ello cualquier vehículo motorizado, es un horrible enemigo.
Ha circulado una fotografía en donde se puede apreciar, a un muy distinguido miembro de la vandálica sociedad, que levantando como todo un troglodita, sobre su cabeza una enorme roca, esta dispuesto a estrellarla sobre la humanidad de cualquier conductor que no fuera de sus amigotes, o bien sobre el vehículo tripulado por quien se gana la vida honestamente.
La fotografía circulo rápidamente en redes sociales, no falto quien identificara a ese vándalo y diera su nombre y en donde se le podía encontrar, pero la autoridad de seguro no consulta redes sociales, y por eso no pueden dar con su paradero o tal vez le tengan miedo, no vaya a ser que los ataque, les dañe la patrulla, les rasgue su uniforme y en un momento dado, se lo pueda comer.
Los ciudadanos comunes como usted y yo, estamos sujetos a ser agredidos, cuando por angas o mangas no seamos del agrado de un chafirete.
Hoy en la tan cantada feria nacional potosina, los taxistas se han convertido en los amos y señores del transporte, de aquellos que acuden a esa fiesta, y mientras tanto, le pregunto a la señora Araceli Martínez Acosta, titular de la SCT estatal, ¿qué va a hacer para poner un alto a los taxistas que se han apoderado de la ciudad en base a sus arbitrariedades y actos vandálicos?
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
RAMÓN ORTIZ AGUIRRE
Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.