(Video) A casi 100 años de creado el Parque de Morales, es hoy un enfermo terminal

*Padece el mal del siglo XX; las falsas promesas de los políticos para ganar votos y ocupar cargos públicos
Por Roberto Gutiérrez/El Rayo
El Parque Amado Nervo, de Morales, o Juan H. Sánchez, no solo fue el paraíso de la niñez, de la adolescencia y de la juventud de hombres y mujeres, del Siglo XX, de esta ciudad, sino el empíreo natural de los potosinos, donde floreció no solo el aroma de los eucaliptos y la música de las casuarinas, sino el amor en todas sus formas y por supuesto el sigilo ideológico revolucionario de la generación de la última centuria.
Hoy a casi cien años de su nacimiento, padece el mal de nuestro tiempo; las promesas de funcionarios y políticos que para ganar votos y voluntades, prometen rescatarlo una y otra vez y se debate entre la vida y la muerte, por la falta de inversión, agua, de una reforestación a fondo, pero principalmente de proyectos innovadores que lo rescaten y lo salven.
Áreas cerradas desde la pandemia
En esta administración de Enrique Galindo Ceballos, por ejemplo, permanece cerrada, desde la pandemia, su zona infantil, área de juegos, que construyó el DIF estatal, con cohete y todo, así como el lago artificial que nunca se recuperó; hay desperdicio de recursos y falta imaginación para hacerlo florecer. Los pretextos sobran.
El parque de Morales es hoy un páramo, de jardines secos, graffiti, juegos infantiles rotos, peligrosos por los fierros viejos, abandonado a su suerte, como si no existieran recursos para rehabilitarlo, como si no fuera necesario; ese lugar que vio la infancia de muchos niños y hoy está inservible.
Mesas y bancas rotas
A la par, los jardines del parque están sin agua y podrían presa fácil del fuego; falta reforestar, sembrar vida, los baños igual, pintarrajeados por vagos y malvivientes, mesas y bancas de cemento rotas, etcétera. Como una zona de nadie, pese a que el parque está cercado. ¿Pues que nos pasa? ¿Será que no le interesa a nadie?
Los parques públicos se construyen con dinero público, se mantienen igual y no deben dejarse morir. Un parque, que es a la vez un “pulmón” urbano cuando muere, muere también la propia sociedad. Se debe entender que un parque es fundamentalmente una área verde, natural, no parajes de tierra sin oficio, ni beneficio, donde el polvo y la aridez manden, porque pareciera que no hay voluntad, ni manos que lo trabajen.
El pulmón derecho de SLP
El parque de Morales o Juan H. Sánchez es el “pulmón” derecho de la capital y se le está dejando morir, por no reforestarlo, tiene árboles viejos y sin futuro, donde el tiempo ha cobrado su factura y requiere recuperarse. No se le debe dejar morir.
No hay que olvidar que este lugar, a quien debe su nombre, el doctor Juan H. Sánchez, paseó con su dulcinea la bellísima “Chita” Rodríguez, en los la década de los 30s, apenas una década después de creado, y como un rezo de amor, seguramente le recitó a la sombra de un fresno el poema “Madrigal” de Amado Nervo.
Por tus ojos verdes
yo me perdería,
sirena de aquellas
que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes
yo me perdería.
Por tus ojos verdes
en lo que, fugaz, brillar
suele, a veces, la melancolía”.
Y como ese ejemplo de amor hay muchos, que aun viven en el subconsciente, en el colectivo
de la población, pues ahí, florecieron idilios y sueños, que hoy viven, incluidos muchos sueños libertarios de los potosinos, de otras épocas y no deben morir, como tampoco debe morir el parque, poco a poco, como ha sido hasta ahora. Pretextos hay muchos, incluso sobran, los potosinos no queremos ni uno más, solo exigen su rescate. elrayodesanluis.com
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